¡ Las diferentes contribuciones ya dijeron todo lo necesario para saber de Posada Arigalan!
Más allá de la belleza del lugar lo que devuelve la estancia inolvidable es la atención personal consagrada a cada uno de sus huéspedes por Rosa, la propietaria. El personal es también muy sonriente y a la escucha de cualquier de sus requisitos.
Durante nuestra estancia vimos varias ballenas: un espectáculo siempre mágico. Por la noche también sacamos provecho de miradores para observar las estrellas.
Un detalle importante: el lugar es muy tranquilo por la noche del hecho de que es un poco al lado del pueblo (ningunos ruidos de discoteca, ni de ladridos de perros!)
Ya pretendemos volver en este lugar para una estancia más larga.
¡ Gracias todavía a Rosa y todo su equipo!
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