Este hotel es excelente si se busca el descanso y la privacidad.
Me hospedé aquí a finales de abril y principios de mayo y me tocó el fenómeno "Mar de Fondo", con ese fenómeno, las olas alcanzaron a otros hoteles y hostales cercanos a la playa, pero Arigalan no se vio afectado porque está ubicado en lo alto así que pude disfrutar de las maravillosas vistas, de la alberca, de la habitación, de la tranquilidad que ofrece cuando no pudimos nadar en la playa por este suceso natural.
Se encuentra al lado de un recinto de yoga, por lo que basta sólo cruzar una escalera para poder realizar yoga.
Además de la alberca, tiene columpios, y muchas áreas para disfrutar el clima, el lugar, las vistas, la tranquilidad. Ideal para meditar, pensar, beber y comer tranquilos.
Es una gran opción si lo que se busca es el descanso.
Rosy, la dueña, es un amor, siempre atenta a los detalles.