La ubicación de este hotel es ideal, sobre todo si uno está realizando un curso o retiro de Yoga en Hridaya Yoga porque está justo al lado y por un caminito se llega en 1 minuto. El lugar es muy bonito. Las suites son espaciosas y limpias y tienen aire acondicionado y la playa está accesible a través de una escalera - eso sí, apta sólo para personas que pueden caminar bien porque es muy empinada e irregular - en 5 minutos. La vista desde el hotel es preciosa y la dueña Rose es un encanto de persona que ayuda en todo lo que puede. Muy recomendable!