El hotel está escondido entre la selva y cuenta con un diseño y arquitectura de respeto a la naturaleza. Las habitaciones están muy bonitas, la vista del balcón a la selva es muy linda también. Se come muy rico, los desayunos son incluidos y Enrique (el dueño) te atiende muy bien y los prepara el mismo. Lugar ideal para escaparte y estar en contacto con la naturaleza; la playa del lugar es ideal para nadar y disfrutar la vista, ya que es playa certificada como "Playa Limpia". Recomendadísimo.