Estuvimos 12 dias en este Iberostar de lujo,habia estado en 2018,todo casi perfecto el mobiliario,el mantenimiento,la limpieza la excelsa atencion del personal,la calidad de la comida y las bebidas de primer nivel.Para empezar nombrar a algunas personas que nos atendieron en forma excelente,calida y muy humana.Nombrar a Anabela nuestra camarera a Antonio y Miguel dos barman excelentes y de calida atencion,a los mozoz Rene,Leo,Nadine y varios mas que no recuerdo su nombre,al querido Marco de animacion a Yasmin en recepcion y varios mas.M e gusto mycho el espectaculo del gran guitariista que nos deslumbro con sus rock and roll y blues,excelso el resto gourmet y el de carnes el grill,las piletas impecables y en cuanto al desayuno y buffet muy completos y de mucha calidad,en cuanto al spa excelente los baños saunas y la pileta cubierta,lamentablemente los ultimos cuatro dias estuvieron frescos y ventosos,para redondear gran estancia este hotel vale cada dolar que uno invierte mis gracias a todo el personal por los excelentes dias pasados.

Habitaciones muy grandes y cómodas.
El cuarto de baño con sus dos espacios es fantástico. Todo estaba muy limpio.
El personal es muy atento, y con mucha ganas para hacer la estancia ideal.
La comida de calidad, con pata negra a cuchillo para el desayuno.
Respecto a las bebidas no nos falto de nada. Vinos incluidos que son más que aceptables.
Es un hotel grande pero no transmite esa sensación.
Las habitaciones Beach front mi opinión es que no merecen la pena por la gran diferencia de precio.
La playa no es tan bonita como en playa Carmen o Tulum pero lo compensa el conjunto.
Lo único que desluce el hotel son los clientes en chanclas en los restaurantes o con bañadores mojados que dejan por ejemplo los sillones humedecidos..
Hay muchos más turistas americanos que europeos.