Entrantes muy correctos, pero a medida que avanza el menú se va diluyendo, con un plato fuerte ( rodaballo) claramente recalentado en el microondas (con lo que degrada bastante calidad y sabor del producto) y un postre que o bien se quedaron sin él o bien no les gustan los africanos (obvio no creo que cocinero pregunte nuestro origen) , porque nos trajeron una décima parte de lo que pusieron a resto de comensales.
Lástima porque el servicio y atención es muy correcto y como digo, los primeros estuvieron muy bien, pero luego degradan y hacen que te levantes con un agridulce sentimiento.