Nos quedamos aquí 6 familias. Las cabañas están decoradas con un estilo eco rústico muy agradable. Hay otras cuatro habitaciones que no son cabañas y están en un edificio más grande. Nosotros fuimos en diciembre y lo único malo es que las cabañas olían a humedad y tenemos asmáticos en la familia. Pero las habitaciones no tenían ese problema. Así que personas con alergias deben pedir las habitaciones no cabañas. Cada cabaña contaba con su calentador, además de todo lo necesario como cualquier hotel. El calentador encendido durante el día nos servía para quitar la humedad del cuarto
El lugar es mágico, en medio de la selva. Plus: una corta vereda te lleva de las cabañas al cerro desde donde puedes ver el Pico de Orizaba!! A un costado de la cabaña-restaurante-recepción hay un claro en el bosque, justo frente a un muro de montaña, rodeado por un macizo de bambú y selva. Es un lugar impactante y nos dijeron que habían hecho bodas ahí.
Lo mejor de todo, y que no podré olvidar, es el desayuno. Picadas veracruzanas hechas al momento, acompañadas de huevos revueltos con espinacas cosechadas en su propio huerto, o bien las mejores enfrijoladas. Se acompañan con un plato de fruta, jugo natural y delicioso café veracruzano y pan dulce. Todo por solo $110 pesos! Eso sí, el desayuno se sirve a partir de las 9am y el servicio es lento "slow food", así que para madrugadores recomiendo llevar una cafetera (no hay en las cabañas) y algo que aplaque el hambre. Pero la espera vale la pena y todo te sabe a gloria.
Por último, el gran personaje de La Jicarita es Tulio, el perro de los dueños y que es lo más amigable y educado que hay. Sirve de guía para recorrer los senderos y quisiera habérmelo traído de souvenir
Desventajas:
La entrada al terreno del hotel es muy empinada y lodoza. Es mejor llegar en vehículos con buena tracción y no llegar de noche, pues por ser un camino poco usado, está bastante oscuro. Pero el lugar es muy seguro y algunas mañanas corrimos por los alrededores sin problemas.
La recepción de celular e internet no es buena, así que es un lugar ideal para alejarse de todo (y desconectar a los niños!) pero malo si están esperando llamadas importantes.
Te ponen agua embotellada en la habitación pero a veces se les olvida y como el hotel está alejado de todo, es mejor prever y llevar agua consigo.