Nuestra visita a este hotel fue una experiencia única y muy sorprendente, es increíble la iniciativa de este grupo de Italianos, que decidieron apostarle a un proyecto tan ambicioso y sustentable como pocos o nadie lo haría en Yucatán en medio de la selva. El camino sin duda es toda una aventura ya que se tienen que recorrer muchos kilómetros y pasar varias comisarías, y una carretera angosta, al final llegamos y fue una maravilla darse cuenta de esta bella y rústica propiedad en medio de la selva, desde el momento de la llegada al portón principal eléctrico,todo se alimenta de paneles solares, te encuentras asombrado con figuras de la mitología griega hermosos árboles de la región y frutales, al llegar a la recepción toda la comunidad de italianos que ahí habitan son muy amables y serviciales, tienen un restaurante donde el menú es pequeño pero muy rico con opciones veganas y vegetarianas ideales para paladares exigentes, las habitaciones de los cuartos muy cómodas y limpias, el Spa con unos masajes y tratamientos excelentes atendidos por gente capacitada y con certificado Europeo, sauna con costo adicional,mini gimnasio, alberca y tour muy interesante en bicicleta por los alrededores de la propiedad, igualmente el tour guiado por la granja y el área de elaboración de los quesos orgánicos que ellos producen artesanalmente. Este es un lugar ideal para descansar, desconectares, dejar a un lado las redes sociales, no llega señal de celular y los cuartos no tienen Tv.
Lo que me fascino fue que permiten llevar mascotas, lo que casi ningún lugar lo hace, definitivamente lo recomiendo ampliamente, porque es un proyecto sustentable,que le deja un beneficio a nuestro estado y siembra una semilla para que los viajeros, los locales y los que nos gusta el buen comer, apoyemos causas que benefician a una comunidad entera ahora y en un futuro, enseñando a trabajar del lado de la naturaleza y usando los recursos que esta nos brinda.