Se trata de un pequeño hotel situado en un entorno de plantas, flores y árboles, que dispone de una piscina muy grande perfecta para familias con niños.
Las habitaciones muy grandes y amplias, lo único que me faltó es que la ducha fuera un poco más grande.
Destacaría del hotel 2 cosas, la amabilidad de la señora que nos atendió en la recepción,(no sé si era la dueña), que nos transmitió pasión por el sur de Italia, lugares que ir a conocer... Y la segunda que destacaría es el buen desayuno que ofrecen.
Es un buen sitio para ir un par de días de camino o de vuelta de Sicilia.