Pequeño hotel bien ubicado a un par de cuadras de la plaza de este Pueblo Mágico.
Es agradable caminar por sus calles y disfrutar de la típica gastronomía local.
Las habitaciones son amplias, cómodas con el bonito detalle de la chimenea para las serranas noches de invierno.
El baño igualmente muy amplio y correcto, los acabados en madera le dan un toque agradable y el entorno es muy silencioso.
Lugar ideal para fin de semana de descanso.