Mi esposa y yo estuvimos de jueves a domingo hospedados en el hotel; si se le puede llamar así, ya que quedarse en el Vista Bonita es como llegar con unos parientes a Tapalpa, pues Javier y su esposa te hacen sentir que estás en casa con la atención que brindan, siempre amables, serviciales y al pendiente de lo que pudieras llegar a necesitar. Tan confortable y tan en confianza en el hotel, que hasta nos daba pena llegar tarde por las noches, pues era tanta la amabilidad de nuestros anfitriones que no queríamos preocuparlos, ja!
Obviamene, el hotel hace honor a su nombre, ya que las habitaciones tienen una excelente vista hacia el suroeste de Tapalpa, donde se distingue el volcán de Colima, el caserío y el hermoso bosque que pone a Tapalpa en el mapa; incluso la habitación en la que nos quedamos, la número dos, es la de mejor vista ya que sus paredes son prácticamente de cristal, por lo que la vista desde ahí es relajante; no se preocupen, sendas cortinas de excelente calidad los apoyan para su intimidad.
La ubicación perfecta, el estacionamiento prácticamente a unos pasos del hotel, con su entrada particular, por lo que no tienes que salir a caminar cuadras y cuadras para subirte a tu coche, y el precio bastante razonable.
Definitivamente, sí se están pensando estar de vacaciones o pasar un fin de semana en Tapala, ésta es la opción.