Una gran experiencia. Un trato sensacional. Volveré muy pronto. Desde el entrante hasta los cafés, gran calidad y gran servicio. El punto y el sabor del los arroces son de otro planeta. Lo recomiendo.

Nada mejor que empezar el año comiendo en La Bonaigua y llevarte la sorpresa de que han reformado completamente el comedor principal que a quedado muy bien,mas moderno y acogedor,dándole otro aire al restaurante,ademas con la cocina vista,que a mi particularmente me gusta en los restaurantes,también han actualizado la carta de vinos con bastantes mas referencias y mejor estructurada con precios interesantes,en cuanto a la comida y el servicio como siempre perfectos,estoy deseando que todo vuelva a la normalidad para poder ir a cenar ya que el nuevo comedor invita a ello , por lo demás estoy seguro que Víctor y su familia seguirán dándonos mas sorpresas con el tiempo

Comida espectacular! Paella perfecta, el arroz en su punto y un sabor exquisito! El servicio muy bueno, los camareros muy atentos. Repetiremos seguro!

Hemos hecho una comida familiar, 4 adultos y dos niños de hasta 7 años, de entrantes para compartir, caracoles a la lata, bikini de la casa, patatas bravas, croquetas y pan de cristal, todo ello excelente. De segundos arroz de carabineros para tres y chuleton de 1,2 kg, 3 postres, 3 cafes y una botella de vino verdejo.
Tanto la carne como el arroz espectaculares, el servicio muy correcto, el local bien, aunque si no sabes a donde vas puedes pasar de largo ya que la fachada no trasluce el buen restaurante que hay dentro. Aparcar por la zona no es fàcil, hay colegios y viviendas. El resumen que hago es que es un muy buen lugar para come, la cocina funciona de maravilla, con productos de primera calidad. Por poner un pero quizàs el precio es un poquito exagerado, nosotros pagamos 280€ por el banquete aunque la carne ya subía a 84€ y el arroz tambien el mismo precio, Muy recomendable

Como persona que trabaja en este oficio solo me queda decir que ha sido una cena ejemplar, una mezcla perfecta entre calidez y provacidad, acompañada de una comida exquisita.