En general nos toco una muy buena experiencia en el hotel salvo por ciertos problemas, las cabañas son muy lindas, yo estuve en el primer piso frente al mar, lo que me encanto.
Limpieza y Piezas muy bien nada que decir, pedí cuna para mi bebe y no hubo problema, me ayudaron con acolchar la cuna, que no se les ocurrió en una primera instancia y a ponerle la malla de insectos, pero al pedirlo fueron muy eficientes.
El lugar es muy lindo y esta en la playa, por lo que es precioso alojar ahí, el restaurant no está mirando el mar lo que es una pena, pero puedes pedir la comida a la playa.
La comida de restaurant me pareció muy buena, Nora la encargada nos preparo todo lo que le pedimos, incluso nos hizo diferentes preparaciones de un pez que le llevamos nosotros.
El único problema que tuvimos fue que el dueño y su administrados, ambos estaban todo el día en la playa surfeando, por lo mismo no había preocupación en caso de problemas, un día se acabo el agua de las duchas y baños por que no se preocuparon de llamar al camión por estar todo el día en la playa y a las 7 no teníamos baño ni ducha para los niños (viajamos con 9 niños), cuando reclamamos, este fue grosero y se enojo por nuestros reclamos.
Además el hotel dispone de toallas de playa, recomiendo llevar, estas toallas están feas, rotas y son del tamaño de una toalla de manos.
Todo lo demás estuvo muy bien.