No esta en la playa, aun no tienen alberca ni restaurante por lo que te conectes con lo basico al hospedarte aqui. Rentamos la master (doble unidad) por ser una ocasion especial. La vista a los arboles es muy bonito y la terraza amplia. Hubo otras habitaciones que estan muy o igual de interesantes para una siguiente ocasion. El diseño es sencillo pero a la vez hay muchos detalles interesantes, rusticos con calidad y creatividad. Esta bien logrado aunque siempre habra espacio para mejorar algunos aspectos ya sea de indole decorativo o de funcionalidad. Para dar algúnes ejemplos no me gustó que las sillas tenian letrero de una marca de cerveza, los sillones aun no tenian cojines y con la luz de baño ni rimmel te puedes poner. El desayuno delicioso pero no muy puntual... como no hay cafe en ningun lado de la propiedad y lo sirven a partir de las 08.30 es algo que podran considerar. La tarifa se me hizo alto (me dieron un descuento que agradecí) sobre todo estando consciente que aun les faltan detalles, no sé si pretenden subir aun mas las tarifas al concluir el proyecto. Tener el wc dentro de la habitación sin puerta no es para toda la gente. La subida por el sendero rustico requiere tener buena movilidad y es una llegada interesante que despierta la curiosidad. Un lugar diferente, hecho con amor y con potencial al paso del tiempo.

Simplemente me fascinó! Una joya en un paraíso! El dueño, Alan siempre está atento a sus huéspedes y los trata como si fueran sus amigos de toda la vida! La ubicación es perfecta! Súper cerca del mar! Sin duda. Volveré! Gracias por hacer mi estancia simplemente perfecta.

Recomendaría mucho la experiencia en este hotel auto sustentable. El espacio al aire libre es muy agradable. Los cuartos tienen una curaduría increíble con un espacio de terraza lindo con una vista al atardecer. Alan ha puesto mucho empeño en este lugar y tiene muchos planes para el que lo harán de los mejores en esta zona.