Este lugar debería ser considerado una de las atracciones de Erongarícuaro, súper recomendado. La comida deliciosa, de mucha calidad, con un toque casero y a la vez gourmet, la casa es un sueño, muchas plantas y flores, árboles de aguacate y frutales, y tienen una terracita muy agradable y colorida con flores y una huerta. Además el lugar es muy limpio. El día que fuimos nos atendió Jimmy, súper amable y muy atento, disfrutamos de un buen café de olla. Ese día también tuvimos la suerte de que no había gente, pero aún habiéndola, parece que se toman las medidas sanitarias, ya que había espacio entre las mesas. Sin duda esperamos volver en nuestro próximo viaje.