Estuvimos más que bien en el Bosque de la Anjana. Antonio y Ana se preocuparon de todos los detalles para que pudiéramos disfrutar Cantabria y no perdernos ningún rincón de este maravilloso lugar.
Son súper amables y te hacen sentir como en casa des del primer instante.
Volveremos en cuanto podamos.
David y Sandra
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Imposible dar más. Cómo describir una noche perfecta. Cuándo vas a algún lugar (hotel,casa rural,etc) siempre piensas que se puede mejorar. ya sea en la comida, en alojamiento o en las personas. Muchas veces los detalles son los que marcan y ésto es lo que "sobra"en este lugar.
La persona que nos hace la reserva (MARINA),se implica para que nuestra celebración sea de 10, dándonos la habitación que ella considera.
(un acierto). Después la persona que está allí (ANA), coloca en la cama, flores y pétalos de rosa ( al estilo de aquella película American Beauty) y una felicitación por los 25 años de casados, "genial ". Y para colofón, la persona encargada de dar la cena (ANTONIO) en lugar de marcharse a su casa con mujer y sus hijos,( ya que estamos solos en el Hotel), se queda con nosotros, toda la noche, charlando y charlando y cuando es la hora nos hace el desayuno. Tiene unos detalles con mi mujer y conmigo, que para mí, son ser una persona de 10. Hay veces que lo material no es lo más importante. Por otro lado, la comida que nos presenta, no es típica de esa zona. Pero está a cual mejor. Sin poder decir que exactamente que comí, (todo elaborado y de autor) hubo sopa, pescado, algo para untar y carne ¿Qué tipo de carne? una que yo nunca había probado. Creo que es hora de que la gente se acerque lo pruebe e intente pasarlo de P.M., No tengo palabras más que de agradecimiento a las 3 personas que hicieron de este día ,nuestras BODAS de PLATA, en otro día inolvidable.
MARINA,ANA Y ANTONIO. Muchas gracias por ser como sois.
Ramón y Teresa.
Fin de semana para no olvidar por lo estupendo que ha sido.
Hotel con magia en todos los aspectos; habitaciones mitológicas, aromas embriagadores por doquier, detalles infinitos, desayunos que no se hace uno mismo ni en casa, el tacto de las sábanas es tan especial que casi me las llevo para mí casa.
Antonio y Ana atentos, dispuestos, conversadores, en definitiva profesionales y amigos en
Repetiremos en cuanto se pueda.
Gracias por todo.
Nos alojamos con todos nuestros seres queridos y disfrutamos de un fin de semana muy especial gracias a Antonio y Ana. Ellos hicieron que todos nuestros deseos se hicieran realidad en el Bosque de la Anjana. Hotel y entorno idílico. Cuidada decoración, comodidad de sus habitaciones, desayuno delicioso, y todo acompañado con un trato exquisito. Un lugar mágico para alojarse.
Decir “El Bosque de La Anjana” es lo mismo que decir paz y sosiego reparador. Ello porque se encuentra en el idílico paraje del Valle de Cabuerniga, pero, sobre todo, por la atención y amabilidad de Antonio y Ana, que se vuelcan para que la estancia sea única. Las habitaciones tienen nombres de los diferentes seres mitológicos cántabros, la que nos tocó en suerte fue la que da nombre al hotel (Anjana). La decoración es cálida, con corazones que también se multiplican en las estancias comunes, y la cama grande, cómoda y espaciosa. La ducha cuenta varias posiciones e intensidades y por la ventana se puede contemplar el jardín que da entrada a las instalaciones (y que, por cierto, cuentan con parking propio y gratuito).
Pero los puntos mas importantes son el desayuno casero, abundante y con sumo mimo que hace Ana (exquisitos huevos revueltos hechos al momento y torrijas, acompañadas por tostadas, fruta, yogurth casero, zumo recién exprimido y, por supuesto, café y leche) y la cena con la que te sorprende Antonio. Es la primera vez que fuimos “a ciegas” sin saber qué cenaríamos, y fue toda una experiencia: Impresionante el producto y su cuidado (el paté de centollo y la crema de bogavante insuperables). Existe la posibilidad de maridarlo con vinos y cervezas de toda clase y condición (a nuestra salida, Antonio nos obsequió con una de ellas). Calidad-precio muy razonable.
Volveremos seguro, y esperamos poder volver a ver a todo el equipo y a los niños, tres auténticos soles. ¡Gracias por todo y seguid así!
Hemos pasado unos días en familia en este alojamiento precioso en Selores. El trato inmejorable, personal amable y atento. Las habitaciones preciosas, cuidadas y limpias. Camas cómodas. Desayunos caseros y abundantes, cuidados y con todo detalle.
Un alojamiento muy recomendable para pasar unos días en una zona relajada y preciosa perfecta para desconectar.
Restaurantes y ocio a tiro de piedra en coche.
Totalmente recomendable.
