No puedo tener más que buenas palabras para este hotel y su personal, y muy en especial con Marta, la Directora, ayudándonos en todo y siempre con una sonrisa. Estuvimos un gran grupo y en todo momento nos sentimos como en casa. Además, la comida era estupenda (hace falta decir que con todos los que éramos era difícil cubrir los gustos de todo el mundo, pero lo consiguieron!) y las habitaciones eran amplias y confortables. Por supuesto, hay que añadir la excelente ubicación del hotel, al lado de la playa. Aunque como ya dije antes, me quedo con el trato del personal sin duda y todos los detalles que tuvieron con nosotros ¡Sin palabras! Ya tenemos reserva para la próxima vez!