Maravilloso no tener niños jugando, realmente para ir a descansar. La atención fue muy buena en todo.
Un saludo y agradecimiento a Franz… muy atento en todo para que estuviéramos cómodas con mi familia…. Tía y prima.
Las habitaciones son preciosas y muy cómodas, estuve en la 213 con vista al mar y a la playa cayo levantado.
La playa del hotel es pequeña pero exquisita.
Desde el hotel te llevan a cayo levantado….es un sueño… ahí hay tiendas para comprar regalos, trajes de baño, etc…
La comida siempre rica y variada
Los tragos es bien variada en marcas conocidas.
Para ir al centro de Samaná hay que ir en taxi (40 dólares) ahí también hay tiendas (casitas pintadas de colores) pero nosotras íbamos al supermercado para comprar café para regalo, solares, en fin,
Hay farmacias por ahí cerca, bueno,,de todo jeje.