Caótica y colorida, Nueva Delhi es una sobrecarga sensorial completa. La colonia de la Antigua Delhi es una maraña en la que la gente, las vacas y los rickshaws comparten la carretera. En el laberinto del mercado Chandni Chowk, los vendedores venden kebabs chisporroteantes, caléndulas anaranjadas brillantes y souvenirs: especias, marionetas, pashminas, joyas y mucho más. En el moderno Haus Khas Village, los sitios medievales se encuentran junto a boutiques, bares y cafés geniales. La Colonia Lodi, una zona de primer nivel construida bajo el dominio británico, se transformó en un distrito artístico con más de 50 vívidos murales que ahora cubren sus paredes. La ciudad capital y sus alrededores tienen una historia increíble, como se puede decir por la gran cantidad de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el Qutub Minar de principios del siglo XIII, un alminar de arenisca, el Fuerte Rojo de los emperadores mogoles del siglo XVII y la Tumba de Humayun, que inspiró el Taj Mahal.