Buenos Aires tiene una energía al rojo vivo que no puedes ignorar. La ciudad te llenará de vino y comida con excelente Malbec y carne increíblemente buena, y te mantendrá despierto hasta el amanecer en clubes y salones de baile. Pero también hay un lado más tranquilo que vale la pena conocer. Pasea por las calles adoquinadas de los barrios por la mañana para ver la arquitectura neoclásica a tu propio ritmo. Seguro, Palermo tiene restaurantes y boutiques de moda, pero también es una hermosa experiencia comprar un choripán y hacer un picnic en los Bosques de Palermo. Dirígete a San Telmo para visitar la Feria de San Telmo, una enorme feria callejera que está abierta todos los domingos, y para disfrutar del tango (puedes ir a ver un espectáculo o aprovechar una presentación al aire libre en la Plaza Dorrego). Si buscas algo más relajado, échale un vistazo a un museo o una galería de arte y luego dirígete a un puesto de comida en el Mercado de San Telmo. Ve rápido o tómalo con calma: la elección es tuya. A continuación, tenemos más ideas.